Es por esto que para explicar del porque a veces una fuente de poder que dice tener más watts no es mejor que otra con menos watts, les daré un ejemplo.
Fuente de Poder A: Dice ofrecer 550 watts a 25 grados Celsius, con 25 amperes (300 W) en la línea de 12 Volts.
Fuente de Poder B: Ofrece 450 watts continuos a 40 grados Celsius, con 33 amperes (400 W) en la línea de 12 Volts.
Si estos datos son correctos, entonces la Fuente de Poder B, debería considerarse una fuente muy superior a la Fuente A, a pesar de la capacidad total de Watts inferior que pueda ofrecer. Debido a que la Fuente A solo podrá otorgar una parte de su real capacidad en un ambiente normal de uso a través de aquella línea. Así que principalmente es la capacidad que puedan ofrecer en cada línea y los amperajes, los que definen a una buena fuente respecto a una mala. Esto también define la temperatura con la cual funcionara una fuente, por lo general la temperatura de una fuente es inferior a 40 grados Celsius, así que si tu equipo está en estado de reposo y tu fuente tira aire caliente como si fuese un calefactor, preocúpate porque estas forzando a tu fuente y probablemente esta no sea muy eficiente.
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